Terapia Familiar
Todas las familias tienen un ciclo vital formado por distintas fases, cada una de ellas teniendo distintas necesidades. La mayor parte de los problemas familiares, problemas de convivencia y comunicación, surgen en los momentos de cambio de fase. Hoy en día existen múltiples modelos de familia: tradicionales, monoparentales, adoptivas, reconstituidas, homosexuales o incluso familias sin hijos. Cada tipo de familia tiene sus propias necesidades y sus ciclos vitales.
Problemas con los hijos
La hiperactividad, el fracaso académico, el acoso escolar y los problemas de comportamiento y comunicación son comunes en los niños y adolescentes. Estos problemas suelen afectar al resto de miembros de la familia. A su vez, los hijos pueden mostrar dificultades en el aprendizaje escolar o en su desarrollo vital cuando surgen tensiones familiares a las que están sometidos como miembros del sistema familiar.
El inicio de la adolescencia es, a menudo, un detonador que afecta el equilibrio familiar. Para el niño es su iniciación en el mundo adulto, empezará a experimentar cambios físicos y anímicos y hará sus primeras demandas de autonomía. Los padres tendrán que reorganizar las normas y los límites e ir adaptándolas a medida que crezca el joven. Estos cambios de pautas puelen generar difitultades en la comunicación y en la convivencia filio-parental o incluso entre hermanos.
Problemas que afectan a toda la familia
Los conflictos entre los padres, una separación o un divorcio generan cambios importantes en las dinámicas familiares. Los hijos se ven afectados por los problemas de sus padres, pudiendo tomar parte en los conflictos de la pareja, apoyando a uno y rechazando al otro, lo que no hace más que agravar las tensiones.
La terapia familiar puede ayudar a devolver el equilibrio a la familia y mejorar las relaciones entre sus miembros. El terapeuta atiende a las necesidades de todos los miembros de forma imparcial, con el objetivo de restablecer un equilibrio funcional en la familia. En la terapia familiar no siempre acuden todos los miembros a las sesiones. En función de la situación y del momento, se decide quién acudirá.
Desde aquí podemos:
- Mejorar las relaciones entre los miembros familiares
- Mejorar la comunicación interna familiar
- Facilitar un espacio en el que cada miembro de la familia pueda expresar sus necesidades, buscando la comprensión y el apoyo entre sus miembros.
- Orientar a los padres para que puedan facilitar un adecuado desarrollo de sus hijos