Terapia Individual
Hay momentos en la vida donde todo se hace cuesta arriba. Las presiones familiares, el estrés en el trabajo y problemas en las relaciones personales pueden ser la causa de un malestar que nos hace sentir en un callejón sin salida.
Depresión
Cuando alguien está deprimido, no tiene energías ni motivación para hacer nada. Puede perder o aumentar el apetito, tener insomnio o hipersomnia, no apetecerle salir con los amigos o incluso puede sentir tristeza o brotes de rabia e irritabilidad. La depresión suele también vincularse a una visión negativa sobre sí mismo, mensajes internos que minan la valía, el autoestima y con ello las posibilidades de avanzar.
Ansiedad y Preocupaciones
Las preocupaciones pueden generar mucha ansiedad y dificultar las rutinas del día a día: insomnio, pérdida de concentración, dificultad en la toma de decisiones, contracciones musculares o estrés que puede acabar generando una baja laboral. A veces los pensamientos pueden llegar a ser obsesivos, generando rituales que en el corto plazo alivian el malestar pero que en el largo plazo aumentan las dificultades.
La ansiedad puede también afectar a la capacidad para tener una vida social ajustada. Se puede sentir ansiedad a la hora de hablar en público, o miedo a dar una opinión propia por temor a no ser aceptado por los demás. Estos factores pueden afectar en la vida personal y en la laboral del sujeto, no participando en las reuniones, exposiciones públicas y en la relación con colegas, incluso facilitando un posible acoso laboral.
Fobias
Una fobia es un miedo muy intenso e irracional que se genera ante un estímulo. El estímulo puede ser un animal, como una araña o una cucaracha, miedo a volar o incluso a estar en un lugar encerrado (claustrofobia) o a salir de casa (agorafobia). Una fobia puede llegar a incapacitar la vida de un sujeto según el grado en que se dé, por eso una buena intervención permite a la persona retomar una vida normalizada.
Montse Guasch facilita orientación, acompañamiento y terapia a personas que están en un momento de dificultad o de muchos cambios. Después de una evaluación inicial, se elaborará un plan individualizado de intervención que permita la resolución del motivo de consulta.
Desde aquí podemos:
- Ayudar a adaptar la vida a la nueva situación
- Superar la ansiedad/depresión
- Aprender a manejar las ideas preocupantes que dificultan el día a día
- Mejorar las habilidades sociales para que la persona se relacione satisfactoriamente.
- Tomar mejor conciencia de uno mismo, reforzando los talentos, modificando los hábitos de conducta limitantes (o disfuncionales) y anticipando las situaciones de riesgo con un buen plan de enfrentamiento.